Descripción
del relato
a) Un
hombre junto a una mujer, Juanita, están en un cuarto una noche, el hombre
empieza a reflexionar sobre lo que está sucediendo en ese momento de intimidad
entre ellos. La mujer, Juanita, se está despojando de unas vendas sobre
su cuerpo. El hombre reflexiona sobre el pasado en común y pobre de ellos
cuando eran niños en una ciudad de la sierra ecuatoriana, Quito (notado por la
alusión al río que descendía del Pichincha y la Alameda). El hombre hace una
reminiscencia de sus juegos de niñez. El hombre luego regresa al
presente, al cuarto donde la mujer, al parecer prostituta, no logra reconocerlo
y cree de él un cliente más.
b) El
hombre ve una lavacara en el cuarto de la mujer, lavacara que las meretrices
usan luego de la relación íntima con el cliente, y se recuerda de las aguas del
carnaval de muchachos. El escritor regresa al recuerdo de historias que
compartían juntos, en medio de la escasez económica y sus intentos de ser
vendedores ambulantes de globos en los carnavales. Revela al lector que el
hombre la ha encontrado deambulando en los parques y ha contratado sus
servicios para volver a verla una vez más.
c)
El hombre sigue asociando hechos actuales de la mujer con rastros del pasado.
Ve a la mujer arreglando su ropa para lavar y se acuerda de como juntos se
lavaban la “culpa original”, los recuerdos en la iglesia y la vida alrededor de
ella destellando ingenuidad pura de niños inocentes y deseosos de una vida
piadosa, sus travesuras infantiles y su complicidad. El hombre sigue observando
a la mujer en su cuarto y descubre al lector que la mujer ahora ya no tiene las
curvas atractivas de antes, que engaña con los vestidos que trae encima a los
clientes que la concurren aprovechando la oscuridad para ocultar un cuerpo ya
casi cadavérico por la delgadez y la pobreza que ha cubierto a la mujer.
d) El
hombre sigue en el cuarto recordando a la mujer ya una niña avanzada en edad
adolescente y cuando él empieza a desearla y la tuvo en su intimidad en una
quebrada con la complacencia de ella. Regresa el relato del hombre en el
cuarto con la mujer y la describe con claridad ya envejecida y regresan sus
pensamientos a recordar las veces que buscaban de jóvenes a tener intimidad
escondidos del hambre y la pobreza en la que vivían. Describe el hombre la
pasión juvenil de sus encuentros con la mujer traducida en versos y descubre
que su alma se aprisionó en ella para siempre. Que no podía olvidar las
historias de ellos juntos soñando el mañana.
e) El
hombre al final se descubre sufriente frente a la mujer que un día amó. Es
bebedor, su madre ha muerto, su vida inestable y sin futuro cierto. Ella
un esperpento de mujer prostituida, envejecida y envilecida por la vida.
Reconstrucción
del orden lógico y cronológico de los acontecimientos narrados
1. Juanita y el narrador se conocieron de niños, juntos
compartieron en medio de la pobreza de sus respectivas familias en un sector
pobre de la urbe quiteña. Jugaban juntos en el barrio, en sus calles.
Iban juntos a las quebradas a buscar zapallos, matas de toronjil, pepas
de shanshi que las cambiaban en los mercados por jugos, entre las varias
aventuras de niños que emprendían.
2. Seguían creciendo y juntos vendían globos para los juegos de
carnaval, recogían helechos para llevar a la escuela, se peleaban con otros
chicos.
3. Solían ir a la iglesia a recoger agua bendita, rezar con
inocencia. Salían a comer dulces y melcochas juntos. Eran cómplices
en mentiras como cuando fingía enferma juanita para experimentar la ternura que
nunca recibía de su familia.
4. El joven le regala a Juanita una trompeta destartalada y por
esa época juvenil empieza a enamorarse de ella llegando a poseerse juntos en
una quebrada y descubrirse amantes furtivos. El joven quedaría prendido
de la pasión que le despertaba Juanita. Empezó a escribir versos y sus
pensamientos nunca dejaron de desearla.
5. El narrador sigue creciendo y aprende oficios varios como
forjador, tornero. Mientras el amor con Juanita crecía y trataban de pensar en
un futuro juntos.
6. Ya adulto el protagonista y llevando una vida aparte, su mamá
muere, se vuelve bebedor empedernido como su padre y tiene una vida inestable y
solitaria, vive de un cuarto alquilando otro cuarto en otros barrios.
7. Juanita por su lado, se dedicó a la prostitución y ya
envejecida engancha sus clientes por los parques de la ciudad cubierta de ropas
que aparentan silueta, pero esconden un cuerpo escuálido sin belleza ni gracia.
Lleva a sus clientes a un cuarto de hotel precario.
8. Un día el hombre caminando embriagado se encuentra un día con
Juanita por el parque la Alameda y se acerca a pedirle sus servicios, refresca
los encuentros juveniles al verla y siente el fuerte contraste de lo que fue
Juanita como compañía de su niñez: una pasión de su juventud con el cuadro de
lo que Juanita estaba viviendo, quien a su vez no lo distinguía de ser un
cliente más.
9. El hombre se lamenta inmensamente de ver a quien
fuera un amor en su vida como una mujer acabada moral y físicamente y se
pregunta en un monólogo interior: “por qué gladiadores caminos, por qué vastas
soledades, por qué descabellados entuertos, por qué laberintos de múltiple pobreza
venimos a dar a esta noche de espanto...”
¿Prolepsis/anticipaciones
o analepsis/retrospecciones?
El Narrador no entrega al lector un
relato como una historia con una cronología secuencial de hechos. En la
construcción del cuento el autor hace uso consecutivo de la analepsis, de
retrospecciones.
La historia es contada por un
narrador en primera persona, un hombre adulto, describiendo un momento que vive
al encontrase con una prostituta acabada, y recuerda que ella fue una persona
muy significativa en su vida desde su niñez y hace reminiscencias de su vida al
verla. En el relato el narrador realiza unas retrospecciones episódicas
de cómo fue su relación con ella desde niños y luego jóvenes amantes.
Estas retrospecciones son insertadas en un monólogo interior que hace el
narrador colocándolas en su relato como episodios que surgen en su mente
mientras él sentado en la cama del cuarto contempla a la mujer despojándose de
sus vestidos, de sus vendas como evento previo a la relación carnal que iban a
tener.
Las correspondientes secuencias del
texto serían:
-
Una relación de niños nacida de la vecindad del barrio en la urbe Quiteña de
periferia social.
-
Un cariño que fue creciendo hasta volverse un amor juvenil.
-
Unos amantes furtivos que tratan de mantener su relación en medio del ambiente
de pobreza y escasez que los rodeaba.
-
Unas vidas que cogen rumbos tristes como forma de vida. Él un hombre
inestable y bebedor, ella una mujer prostituida. Un ambiente sórdido los
envuelve.
-
Un encuentro del hombre con la mujer se da en el ambiente de compra de
servicios sexuales. El hombre se horroriza de cómo llegaron sus vidas a
vivir ese cuadro pobre y miserable. Lamenta profundamente en ver destruida moral
y físicamente a la mujer que un día fue especial y única en su vida.
Pausas en la narración “Las
vendas”
Son pausas en el relato, deteniendo
el tiempo de la narración, los siguientes textos que usa el narrador para
describir con más detalle las imágenes que poderosamente desea el escritor
suscitar en la mente del lector:
“a
este cuarto donde sigues desmadejando vendas sin poder reconocerme en la
penumbra mortecina que ha dejado tanto gesto repetido, tanto sudor de parejas
precarias y marchitas que vuelven a la vida como un pequeño vómito, como un
pequeño desliz, hipando a la muerte y a la resurrección entre dos carnes
temblorosas”
“que
te pondría paños frescos como los que te vas sacando mientras el puente se
acorta y yo siento la desolación de dejarte ir sin haber atrapado tu concepto,
culpable como todos de tu increíble desnudez, de tu secular despojo.”
“esos senos ancianos que
te llegaban a la cintura, esas fofas y desmadejadas nalgas puestas en libertad,
esa sangre morada que se apretujaba a ti como una última venda, si hubiera
tenido el valor de quedarme para darte mis recuerdos que te harían algún bien”
“por qué gladiadores
caminos, por qué vastas soledades, por qué descabellados entuertos, por qué
laberintos de múltiple pobreza venimos a dar a esta noche de espanto”
Elipsis en el relato
Se encuentra una elipsis marcada
en el relato cuando el escritor da un salto de tiempo en la narración, contando
que el hombre y Juanita se amaban furtivamente y luego el relato sólo describe
y muestra entre líneas que el protagonista y Juanita han caminado por senderos
distintos en la vida, separados y que se han encontrado en una noche donde él
ha solicitado sus servicios sexuales y ella no ha alcanzado a reconocerlo.
El escritor no explica en su relato cómo se llegó a tal estado en sus
vidas: él ha llegado a ser un hombre solitario, bebedor, inestable; y ella una
mujer deteriorada entregada a la prostitución callejera. El relato deja a
la imaginación del lector el deducir porqué los protagonistas se separan y
llegasen a tal estado de deterioro en sus vidas.
Escenas de
tiempo real de la historia
Si bien el relato es descrito como
un monólogo narrado, y los diálogos entre los protagonistas no son
desarrollados, se pueden identificar dos escenas donde el tiempo del discurso
es más o menos equivalente al tiempo de la historia:
“vos abrías los ojos
apesadumbrados y dejabas escapar estas palabras “mañana me he de morir, ¿no?
mañana me he de morir”, entonces tu abuela hacía hervir agua en nuestro
reverbero y te ponía paños calientes y te daba masajes en el corazón”
“donde vas desnudando tu
esqueleto cansada de la rutina y de la angustia, de la densa y punzante falta
de pan, aceptando esta penosa forma de culparme, diciéndome con una voz ronca
que nunca conocía: “no se asuste amigo, de otra manera no engancho” y yo estoy
paralizado al borde de la cama, entumecido de tus vendas fatales que se han ido
enroscando en mi cuerpo Juanita, sin poder decirte que me cambié de barrio, que
mi vida va siendo solamente un continuo cambio de cuarto, que mamá murió, que
papá me ha pasado su copa como una herencia inigualable, que he logrado
aplastar el futuro, aniquilarlo, responder al despojo, al desalojo de una
manera estoica y babosa, y te miro Juanita al borde de una lágrima inútil como
todo”
Resumen
en el relato
Las primeras frases de la narración
en su introducción son un resumen de la obra:
“Yo no sé juanita por qué
gladiadores caminos, por qué vastas soledades, por qué encabellados entuertos,
por qué laberintos de múltiple pobreza venimos a dar a esta noche de espanto, a
este espantajo de noche, donde te fuiste sacando las vendas ante el ojo
perplejo y destartalado de una ventana de hotel y ante el patojo furor de este
corazón que ya no suena.”
Una vez leído todo el cuento, se
puede decir que el narrador empieza con un resumen de su obra con este primer
párrafo y luego en los subsiguientes textos se dedica a explicar lo sucedido.
Las claves del resumen radican en:
- La pregunta de
inconformidad y frustración que se hace el hombre ¿por qué caminos venimos a dar a esta noche de
espanto? muestra que la reflexión implica la idea de: qué hemos hecho de nuestra vida
para estar en estos momentos tan desagradables cuando antes no lo eran así
entre nosotros.
- El señalamiento de despojarse
Juanita de sus atavíos en un hotel de mala muerte en esa noche indica su
condición marginal y de prostituta.
- Indicar “este corazón que ya no suena” trae
implícito que hubo un amor anterior en el tiempo entre ellos, o al menos del
protagonista hacia ella, y en la actualidad ya no lo hay.
Análisis en el relato
Toda la obra es en realidad un
análisis que hace el protagonista, quien es el narrador en primera persona
realizando un monólogo a lo largo del relato, donde el tiempo del discurso es
mayor que el momento del encuentro del hombre mismo con Juanita, la prostituta,
en un cuarto de hotel. El protagonista está observando desde el filo de
la cama a la mujer mientras esta se va desvistiendo, y mientras la observa en
su mente empieza a lamentarse de lo que está viviendo en ese momento, y se pone
a pensar y a recordar toda la relación que los unió con anterioridad desde
niños y jóvenes. El lenguaje abordado a lo largo del análisis que hace el
narrador es con el uso frecuente de metáforas como recurso para describir el
presente y el pasado vivido entre ellos. El cuerpo de la obra se
construye bajo un análisis que hace el narrador-protagonista desde que empieza
hasta que termina el relato.