Esta composición completa de más de
4500 versos se encuentra divida en Libros y estos a su vez en Cantos. En
el Canto Primero dividido en apartados numéricos I, II, III, IV, hasta el IX se
puede entender como una composición estróficas de 4 versos, una forma de
cuartetos; o cada apartado I, II, II, IV, etc se pueden considerar como
composición no estrófica de 20, 32, 40, 44 versos sin un patrón definido más
que por la idea concebida del relato en la estrofa de su canto épico-lírico.
Los versos son en ritmo de un
primer verso de arte menor de siete sílabas, heptasílabos, y luego tres versos
de arte mayor de once sílabas, endecasílabos. Mantiene ese ritmo durante
toda la composición y la rima es asonántica siempre en los pares, en el segundo
y cuarto verso, si se establece que son cuartetos de la estructura estrófica en
este Canto Primero. La rima usada en el Canto es asonántica, y es
de palabras con sílabas tónicas en la penúltima sílaba y mantienen las vocales
en el orden e – a en estas palabras graves que riman durante toda la composición,
generando con esto un ritmo poético de versos simples de forma sostenida
durante todo el canto. Esto le genera musicalidad y armonía plana durante
todo el canto épico.
Una característica de la
estilística de la lengua que utiliza Zorrilla en su composición es de usar
términos muy asociados con la localidad y paisaje guaraní de su flora y fauna.
Aborda con un canto épico-lírico toda la composición de una
historia/leyenda de aventura y amor, dándole una dirección con carga de
afectividad y fuerza en la descripción del relato. Genera un paisaje
paradisíaco prístino donde envuelve la trama del poema con su textura verbal.
Las figuras literarias utilizadas
en el poema están cargadas de prosopopeyas: El Uruguay y el plata vivían su salvaje
primavera/, dibuja misterios/, río dormido/, tras él duermen las tardes y
las lunas/. Se destacan también las antítesis “¿Crepúsculo sin día? ¿Noche
acaso/ que surgió obscura de la luz eterna?”, “fuego
que encienden sólo las ideas;/más la lumbre se extingue, y una raza”, “Nacida
para el bien, el mal la rinde; /destinada a la paz vive en guerra”. Tramos
de estrofas con versos con polisíndenton “Y las lomas los miran y el barranco;/ y el
uruguay se empina y los observa,/ y los indios ocultos”. Las
figuras pintorescas utilizadas reiterativamente son: el paisaje “Es que tendido estaba/ en la
playa desierta,/ cuando vio que cruzaba por las islas- del paraná-guazú,
piragua inmensa”; la cronografía describiendo artísticamente el
tiempo, momento o época “Nadie sabe los fríos/ que ha vivido el caique;
pero cuentan/ que allá en el tiempo de los soles largos”; se
encuentra en la composición prosopografía “Caracé, en cuyo cuerpo/ las heridas se
cuentan/ como las manchas de la piel del tigre”; el retrato “¿Por qué bajo sus párpados/
brilla con luz siniestra/ la pupila pequeña y prolongada/ en que se encienden
sus miradas fieras?”. La figura patética de la interrogación
también es parte de la composición para generar sentimientos de impotencia: “¿Qué fue esa raza que pasó sin
huella?/¿Fue el último vestigio/de un mundo en decadencia?/¿Crepúsculo sin día?
¿Noche acaso/ que surgió obscura de la luz eterna?”, ”¿Acaso los bohanes/ la
vencida cabeza/ alzan de nuevo, y su guerrera lanza/ del charrúa clavaron en la
selva?/ ¿Acaso al otro lado/ del río como mar las humaredas/ se ven del indio
querandí, y provocan del Uruguay la tribu turbulenta”. El
lenguaje tropológico muestra sinécdoques “el silbido de su flecha” por el
“zumbido de la flecha”; el símil “En esa raza, en su excelso origen/ aún el vestigio
queda,/ como el toque de luz amarillento/ que un sol que muere en los espacios
deja”; el recurso de la metáfora se extiende a lo largo del
canto: “...,el horizonte cierra el
mundo/Con un muro de piedra”; la adjetivación es constante en sus
versos: “ojos siemprehuraños”,
“tempestad lejana”, “luz siniestra” como
recurso estilístico para darle fuerza a la descripción.
El poema aborda como tema la
historia de un mestizo de nombre Tabaré que nace de una mujer blanca que fue
tomada por un cacique nativo guaraní en la época de la conquista española.
Tabaré mantiene una identidad aborigen, se encuentra y se enamora de una
mujer hispana, Blanca, similar a su madre en tiempos que la presencia
blanca iba creciendo en América y él es capturado por un español, Orgaz, quien
lo libera luego, y en un intento de rescatar a Blanca en un ataque de indios a
la colonia es muerto por Orgaz pensando que Tabaré era agresor de Blanca.
El poema es del período del
Romanticismo latinoamericano cuando el espíritu nacional cedía paso a la
nostalgia y los escritores como Zorrilla en su poema Tabaré se complacían con
la antigüedad indígena, enjuicia la llamada “vida civilizada” confrontándola con
el mundo natural. El poeta Zorrilla de una forma magistral y mediante un
estilo poético en su canto resalta la naturaleza prístina del paisaje alrededor
del Uruguay y el Plata y sitúa una historia de amor que desemboca en tragedia.
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