miércoles, 29 de octubre de 2014

Despedida

Pexels-Cottonbro

 

A ti, manzana verde, en las tardes de aroma azucena

observo plácido tu cuerpo en nuestra casa de madera,

recorriendo el lago azul de tu cintura costera

tu mirada angelical me dice: “ven, no detengas”.

Dibujo una suave sonrisa, y pido al cielo que no me muera.

Trinan mis labios una melodía celestial,

pero el frío atardecer anuncia un mal.

Un llanto desesperado acerca el final,

un adiós, unas flores marchitas adornan el cenizal

de nunca más tenerte, y de sólo guardar un suspiro fatal...

 

Noviembre 2013


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