Introducción
“A la deriva” Es un relato de
Horacio Quiroga que forma parte de la publicación narrativa Cuentos de amor de locura y de
muerte, libro de cuentos publicado en 1917. El autor hace un
énfasis de la fatalidad en sus escritos y este cuento va en esta línea marcada
por el autor. En este relato se narra una historia en el marco
descriptivo de un paisaje local a orillas del río Paraná.
El argumento del cuento estriba
cuando un hombre en la selva es mordido por una serpiente, con mucho
sufrimiento intenta llegar a un poblado cercano navegando por el río en su
canoa para pedir ayuda y muere en el intento. El núcleo del tema es el sufrimiento
físico de un hombre.
Desarrollo y análisis temático
- estilístico
Quiroga es un escritor modernista
que no utilizaba en sus obras narrativas términos muy regionalistas, sino un
castellano claro para definir su argumento en la obra. El relato de este
cuento está comprendido en tres partes sustanciales: la primera parte empieza
con el hombre mordido por la serpiente, llega a su rancho sufriendo y coge su
canoa para ir por ayuda al poblado TacurúPucú. La siguiente parte
describe al hombre con angustia y dolor gradual recorriendo en la canoa el río.
Recrudeciéndose su padecimiento, se desembarca en busca de su compadre
Alves en el camino y no lo encuentra, regresa a rastras a la canoa nuevamente
para seguir su viaje. La parte final del cuento es cuando el hombre
empieza a sentirse mejor y llega a su mente evocaciones de personas que conocía
en esas localidades, empieza a delirar y muere.
Este relato es una narración en
prosa muy elaborada que logra ser claramente descriptiva del suceso a contar.
El narrador es omnisciente y en momentos ingresa al alma del protagonista
y cuenta los hechos como viviéndolos. Empieza la historia con un hombre
encontrándose accidentalmente con una víbora que lo muerde en el pie, con su
machete acaba con la víbora y con el dolor creciente va inmediatamente a su
rancho. Allí con ayuda de su mujer Dorotea intenta calmar su dolor con
licor, pero en su garganta la percibe como agua. El escritor va
describiendo el avance gradual de la gravedad de la mordedura, del pie tomando la
pantorrilla, luego la pierna y llegando a la ingle con hinchazón y dolor. La
descripción vívida que hace el escritor de la resequedad de la garganta y el
vómito llevan al lector a interiorizarse en el sufrimiento del protagonista de
la historia llevándolo a compartir la angustia del hombre que resuelve ir en su
canoa a lo largo del río a buscar ayuda en el poblado más cercano. El escritor
ubica un espacio y le inserta un tiempo al relato para asignar en la crónica la
distancia a la que se encuentra el sufriente de su salvación “...lo llevaría antes de cinco
horas a TacurúPucú”.
La hinchazón y el dolor siguen
creciendo en el relato mientras el hombre continuaba navegando en su canoa para
acercarse al poblado. El escritor aumenta la tensión de la narración dibujando
un cuadro de angustia cuando el hombre a rastras en una orilla intenta buscar
ayuda de un antiguo camarada de la zona, del cual nos avisa la historia que no
se hablaban por un disgusto desde hacía mucho tiempo atrás pero frente al dolor
y temor a morir recurre a él. Este hecho muestra un elemento más al
lector, el protagonista vivía solitario en su zona, puesto que la única opción
a cinco horas del poblado era su compadre en un punto cercano con el cual desde
hacía tiempo no se relacionaban. El relato se va intensificando cuando el
protagonista no logra contactar a su compadre y vuelve a la canoa deslizándose
a la deriva en el río. Allí el escritor suma la angustia del protagonista
en su dolor físico con una descripción crepuscular del ambiente, pintando el
paisaje con colores negros y lúgubres en medio de la imponente selva recorrida
por el Paraná “fúnebremente el río [...]
bordeadas de negros bloques de
basalto [...] el bosque, negro también.
[...] la eterna muralla lúgubre [...]
agua fangosa. El paisaje
es agresivo, y reina en él un silencio de muerte”.
El escritor da un salto de repente
a mostrar una mejoría imprevista del protagonista, el lector se ve dirigido a
tener a suspirar como diciendo “al fin...” y mira la lectura con esperanza nacida
de la pulsión de vida que yace en todo ser humano. El relato dice que “antes de tres horas estaría en
TacurúPucú “ y el escritor lleva de la mano al lector a los
pensamientos de vida del protagonista en recordar a otro compadre, Gaona, que
lo verá en el pueblo, a su anterior patrón míster Dougald, pensamiento que se
suceden mientras la sensación de dolor desaparece y el relato dibuja a la canoa
deslizándose sobre un ambiente de un bello atardecer en “olor de “pantalla de oro”
que destilaba “efluvios de azahar y miel
silvestre”. La canoa se desliza velozmente y el cuadro final
del escritor es una canoa dando vueltas alrededor de un remolino del río con el
protagonista sintiéndose mejor y recordando a su ex patrón en el tiempo de su
reminiscencia, su mente trae a otros personajes de su historia y hace un
esfuerzo por recordar cuándo los habría visto, se corrige en el tiempo en su
mente y de repente da el hombre su último respiro y fallece describiendo el
autor el movimiento lento de la mano del sujeto en un cuadro final de muerte
precedida por el delirio.
Conclusión – impresión final
El autor nos lleva de la mano en
esta historia a vivir la tensión de los diferentes episodios del sufrimiento de
un hombre que intenta luchar para sobrevivir y al final nos hace sentir a los
lectores como si tuviésemos esperanza y luego de forma rápida nos avisa que era
una ilusión, que el desenlace era morir irremediablemente. Horacio
Quiroga en este cuento modernista usa del lenguaje claro y conciso en una
narrativa de descripción gradualmente intensa, que va creciendo con el relato
hasta llegar a un clímax, luego una calma de los sucesos en espera de un
desenlace feliz e inesperadamente un golpe de timón al momento mostrando la
consumación trágica de los hechos. El cuento de Quiroga, “A la deriva”,
es un relato maestro intenso de unos sucesos descritos en un espacio corto de
tiempo donde se puede sentir la piel y el alma sufrida de hombre agónico
llevando al lector a un final sorpresivo y de resignación.