![]() |
Fuente: pexels-Cottonbro |
Juan Bautista Aguirre, como hombre creyente en Dios en
su calidad de clérigo, está muy claro sobre la trascendencia de la vida del
hombre después de la muerte. Reflexiona y deduce que vivir y morir es la
realidad más plena que el hombre puede tener de forma ineludible, por tanto, se
debe vivir bien, en buen concepto ante Dios y ante sí mismo, y así entonces
morir feliz y entrar a la eternidad. Pero el poeta, de manera maestra y grande,
añade un nuevo concepto con un juego de palabras, en cada una de sus estrofas:
“dos veces se muere”. ¿A caso el excelso teólogo sugiere que empezar a
vivir es morir por primera vez, y luego la muerte física es la segunda vez que
se muere?
¿Se refería a esto realmente Juan
Bautista Aguirre en su Carta a Lizardo?
En las estrofas del poema se
sustenta que todo vive una vez y muere dos veces, las plantas, los animales, el
arroyo, el río, el hombre… El poeta dice: “todo clama ¡Oh Lizardo! Que quien nace una
vez dos veces muera”, y en su conclusión del poema en la
última estrofa hace un desenlace sobre una realidad para él como creyente:
después de la vida material existe, o la salvación “sempiterna vida” o
la condenación “perpetua muerte”, y
procura advertir a su amigo Lizardo que no se equivoque en alcanzar la vida
eterna, procurando que debe “morir dos veces para que en alguna se
acierte” (paráfrasis). Desde la perspectiva cristiana y en función de la
teología bíblica, el creyente debe morir a los deseos de la carne para poder
vivir para Cristo (Comparar con Ro. 6.11; Col.3:3,5) Esta “primera muerte”
asegura que en la “segunda muerte” se acceda a la sempiterna vida (vida eterna). Si
bien esta idea es clara para Juan bautista Aguirre como sacerdote, no es claro
para el lector del poema como los animales, las plantas, los ríos y todo se
muere dos veces. No hay en este caso una explicación definitiva. Es como si el
poeta quiso dejar una incógnita indescifrable sobre el significado de dos veces mueres
como lo es de indescifrable la eternidad para la mente humana finita.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario